El turismo rural se desarrolla en
el departamento de Rocha durante todo el año, siendo un complemento
ideal para la propuesta de playa en los meses de verano. Es una
modalidad específica y personalizada, que se desarrolla en
ambientes naturales, teniendo como ingredientes de interés,
la conservación de los recursos naturales, los usos y las
costumbres locales. Es de destacar la hospitalidad de los propietarios
de los establecimientos, así como también la magia
que rodea a las instalaciones, por lo general cascos de estancias
construidas en el siglo pasado, acondicionados en la actualidad
para cumplir no sólo con el turismo sino también con
sus tareas de origen como son la ganadería y la agricultura.
Dicha propuesta se destaca por su interactividad, donde el visitante
puede desempeñar tareas en común con los peones, además
de realizar cabalgatas y caminatas, recorridos que incluyen hermosos
paisajes, generalmente con corrientes o espejos de agua y lugares
de interés histórico o científico. Costumbres
folclóricas tales como el asado con cuero, la guitarreada,
las pencas, la yerra, integran activamente a los visitantes. En
algunos de estos sitios se practica la caza y la pesca, siempre
bajo un control estricto, capturando solamente las especies permitidas.
La gastronomía es parte fundamental en la vida del hombre
de campo, nunca falta a la mañana un mate amargo, acompañado
en ocasión con pan casero y asado frío que oficia
de fiambre. Al Medio día platos criollos como guisados, pucheros
y carnes asadas son el deleite de los comensales, sin quitarle mérito
a los exquisitos postres caseros, conformados por cremas, arroz
con leche, dulces y compotas. Es común además acompañar
las meriendas con pasteles rellenos y tortas. Luego de un día
de actividad y recreación el descanso, en un lugar de paz
y tranquilidad, muy apreciado por los huéspedes. Existen
estas opciones en toda la extensión del departamento, con
muy variadas ofertas, según la geografía, las características
de los establecimientos rurales y el tiempo de estadía, los
hay con y sin alojamiento. |