VERANO
2004: ESTE AÑO SE TRIPLICO LA CANTIDAD DE ARGENTINOS QUE VERANEAN
EN EL BALNEARIO
La Paloma, boscosa y tranquila playa muy cerca de Punta
del Este En
lo que va de enero llegaron 30 mil, contra los 10 mil en igual período
de 2003. Basta
con prestar atención a las patentes de los autos que circulan
por La Paloma para confirmar los datos que ayer dieron a conocer los
operadores de viajes locales: duermen argentinos en siete
de cada diez camas que hay en este boscoso y pacífico
balneario, a sólo una hora de viaje de Punta del Este.
Durante la primera quincena de enero entraron el
triple de turistas argentinos que en el mismo período del
año pasado. En bruto: 30 mil veraneantes en lo que va de
la temporada contra los 10 mil que estuvieron en 2003.
Las buenas noticias no terminan allí. A partir
de hoy, los operadores esperan ansiosos un nuevo aluvión
de visitantes para lo que resta del mes. "La segunda quincena
de enero siempre fue la más fuerte de la temporada. Por eso,
como mínimo, esperamos repetir el 90 % de ocupación
que tuvimos hasta ahora", se entusiasmó la vicepresidente
del Centro Hotelero de La Paloma, Lilian González Gabrijelcic.
¿Qué atrae a los argentinos? Lo explica
Gustavo Oliveira, un arquitecto de San Telmo que desde hace 20 años
veranea aquí junto su familia. "Acá todo
está pensado para el placer. Hay tranquilidad, seguridad,
amplias playas de arena blanca con bosques. Y, como postre, una
increíble puesta del sol sobre el mar que te emociona".
La paz de la que habla Gustavo es quizás
la virtud más valorada de La Paloma. A tal punto que las
autoridades municipales decidieron hace cinco años trasladar
los boliches bailables a la zona periférica. También,
está prohibido la construcción de edificios de más
de tres pisos y hay muy pocas calles asfaltadas.
Las dos playas más concurridas son la Balconada
y los Botes. Igual, este verano muchos argentinos optaron por concentrarse
en La Serena: una extensa costa de arena blanca, grandes dunas y
agua calma y cristalina. "Es una de las grandes sorpresas de
este año. La Serena siempre fue una playa semidesierta de
difícil acceso (sólo se puede llegar con auto). Ahora,
hasta hay inversores que programan abrir allí un parador",
señaló Roberto Gutiérrez, productor periodístico
de una radio local.
¿Cerrar con llave el auto mientras se va la
playa? ¿Poner trabas en la puerta de casa durante la noche?
Ni pensarlo. La Paloma, dicen, es otra cosa. |